Emili Prado
Universitat Autònoma de Barcelona
La televisión que converge en la web
El proceso de convergencia que vive la industria audiovisual está transformando la noción de medios y la oferta de contenidos fluye por diferentes plataformas adoptando formas ecológicas en función del contexto tecnológico y de la apropiación de esas tecnologías por los públicos. Esto marca una tendencia cross-media que empieza a dar sus frutos en la industria audiovisual pero cuya plasmación generalizada dependerá de la evolución del sistema audiovisual.
1.- Universo televisivo convergente
La confluencia de dos revoluciones en curso, la de las redes y la digitalización, pone múltiples desafíos a los medios de comunicación y de forma muy particular a la televisión. Los problemas de índole genérico para el medio (fragmentación de las audiencias, escasez de contenidos originales generados industrialmente en comparación con los canales disponibles para su difusión, contenidos generados por los usuarios, nuevas formas de distribución y acceso a los contenidos, deslocalización y desincronización del consumo ) son problemas que afectan al conjunto de la televisión como industria. El Servicio Público encuentra en ese estado de cosas desafíos específicos para cumplir con sus objetivos tradicionales. Se ven afectados especialmente aquellos objetivos ligados al espacio público y repercuten en la eficacia de la televisión como instrumento de generación del consenso, de estímulo de la cohesión social, de la producción de la identidad, de estímulo de la participación de los ciudadanos en los procesos sociales y políticos.
Frente a esas dificultades se imponen dos actitudes. La primera entierra la televisión como medio y por lo tanto su eficacia para seguir cumpliendo con esas funciones. La segunda desplaza hacia las formas de comunicación en red, sus manifestaciones audiovisuales y especialmente las redes sociales, todo el foco de atención y les atribuye a ellas las funciones sociales y democráticas que antes cumplía la radiotelevisión pública. Ambas actitudes son lesivas para la legitimidad de la supervivencia del mismo concepto de Servicio Público. La primera porque si la televisión no sobrevive como medio empeñarse en mantener la televisión publica seria un anacronismo. La segunda porque si la red es de todos y los ciudadanos empoderados de esas herramientas de comunicación generan sus propias dinámicas de producción social del discurso, sobran mediadores y especialmente mediadores públicos.
Pero ambas actitudes son precipitadas y sus diagnósticos no se corresponden con las prácticas. Lo cierto es que la confluencia de las dos revoluciones ha transformado de raíz la televisión por lo que conviene caracterizar el nuevo universo televisivo convergente. La comprensión de sus rasgos principales nos permitirá ver el lugar que debe ocupar el servicio público en ese universo y como debe orientar sus actividades para seguir cumpliendo con las funciones qe históricamente se le han encomendado en las sociedades democráticas.
A efectos analíticos hemos dividido la historia de la televisión en cuatro grandes etapas cuyas fechas son puramente orientativas para describir la realidad televisiva de los países más desarrollados, pero la horquilla puede variar en cada país. La primera que denominamos Hertziana analógica se extiende entre el nacimiento de la televisión y 1980, es la etapa constitutiva de la televisión como gran medio de comunicación de masas y en la que se configuran sus características esenciales. La segunda que hemos llamado Analógica multicanal, se extiende entre 1981 y 1995, y supone una primera multiplicación de canales y la incorporación de nuevos soportes para la distribución televisiva con la incorporación del cable coaxial i del satélite de distribución directa. La tercera la denominamos Multicanal Digital, alcanza entre 1996 y 2008 y comprende todo el proceso de digitalización de los soportes anteriores que lleva aparejada la multiplicación exponencial de canales. La cuarta la denominamos Todo digital y en red, y situamos su inicio en 2009 dado que es la fecha en la que se produce el primer apagado analógico, en concreto en Estados Unidos y en consecuencia toda la televisión disponible es de base digital. Mientras tanto la red de Internet se ha convertido también en un soporte de contenidos videográficos y de hecho estos ya suponen el principal elemento de tráfico en la red.
Así pues en la etapa Todo digital y en red, el universo televisivo está configurado, como refleja el esquema, por la televisión que utiliza como vía de difusión los soportes tradicionales, hertziano terrestre, cable y satélite convenientemente actualizados para la televisión digital, y por las nuevas redes de distribución de señales de video utilizando el Protocolo de Internet, también llamada IPTV. El hecho que esta sigla haya sido apropiada por las grandes compañías de telecomunicaciones para designar sus plataformas de televisión multicanal de abono en red cerrada propietaria, nos aconseja utilizar el concepto de Video Over Internet Protocol para cualquier forma de distribución de video, distinguiendo la distribución en redes propietarias cerradas de plataformas de canales televisivos al estilo de las plataformas de cable y satélite y que se designan IPTV, y por otro lado las manifestaciones de Video Over IP Over The Top, que denominaremos VIP_OTT.
Las plataformas IPTV se sirven de redes cerradas en las que se pueden aplicar mecanismos de control de la Quality of Service (QoS) para garantizar una calidad de distribución de la señal equiparable a los canales digitales. Por el contrario las iniciativas VIP-OTT se sirven de la red abierta de Internet, son accesibles globalmente, y pueden establecerse restricciones al acceso o no, en función de cualquier criterio: protección de derechos o pago por acceso a contenidos. Las iniciativas VIP-OTT no cuentan con mecanismos de garantía de la QoS.
Inicialmente, los contenidos VIP-OTT eran únicamente accesibles a través del ordenador mientras las plataformas de IPTV se accedían directamente desde el televisor, procurando al usuario una Lean back experience equivalente a la TDT, el Cable o el Satélite, contraste con el acceso OTT que se hacía desde el ordenador procurando al usuario una Lean Forward experience a lo que hay que añadir el acceso en movilidad en dispositivos como los teléfonos móviles y las tabletas.
La familiarización de los usuarios con el consumo de contenidos OTT impulsa una demanda explícita de la posibilidad de acceder a los mismos en el televisor, a lo que responde la industria con el desarrollo de dispositivos que permiten ver los contenidos OTT en el televisor primero y con desarrollo de televisores conectados directamente a Internet después. Este movimiento permite al espectador gozar de una Lean back experience también en el consumo de contenidos OTT.
Así la oferta de canales disponibles en el Universo televisivo convergente se ha multiplicado hasta el infinito y está poblada por un conjunto de contenidos organizados típicamente por cadenas generalistas, canales temáticos y una amplia tipología de contenidos OTT, que hemos tipificado sumariamente :
Los Canales de televisión IP, canales de televisión creados para su difusión en Internet.
Los Webs de los canales de televisión, que ofrecen acceso a los contenidos difundidos en su soporte tradicional, sea simultáneamente a su emisión, sea en catch up, accesibles durante un breve período de tiempo tras su emisión, típicamente una semana, o a la carta dando acceso a todo su archivo digital para aquellos productos de los que ostentan derechos.
Los Repositorios de TV que dan acceso en catch up durante un breve periodo de tiempo tras su emisión, a los programas de diferentes cadenas para los que adquieren los derechos.
Los Repositorios de Cine que dan acceso a una librería de películas sobre las que tienen derechos
Los Repositorios de UGC (User Generated Content) que acumulan amplias librerías de videos generados por los usuarios
Los Videoblogs que son blogs que utilizan el lenguaje videográfico como herramienta esencial de expresión
Los P2P (Peer to Peer) permiten el acceso a librerías de contenidos distribuidos en los ordenadores de los usuarios y descargables por sus pares.
El Video en las webs de los medios de comunicación es cada vez una herramienta más frecuente y los videos son un componente esencial en las webs de la prensa y la radio.
El Vídeo en las webs, ha ido ganando terreno y pese a que, típicamente, una Web tiene un contenido textual y gráfico, el vídeo está incrementando su presencia.
El Video en los blogs, que aunque es una herramienta dominantemente textual y gráfica, también se halla en proceso de incorporación del video como un componente complementario.
El Vídeo en las redes sociales, también ha ido ganando presencia, aunque en origen se trata de manifestaciones esencialmente textuales y gráficas.
Las Redes sociales de vídeo, son redes sociales que agrupan a videocreadores y que tienen en el video su leit motive. De hecho se está produciendo una cierta convergencia entre éstas y los repositorios de contenidos generados por los usuarios que cada vez incorporan más mecanismos propios de las redes sociales.
Los Indexadores de contenidos, son servicios de intermediación, que seleccionan y catalogan una serie de contenidos videográficos entre todos los disponibles en la Red, proponiéndolos con un criterio editorial para satisfacer las demandas de targets específicos o por afinidad temática. Dada la ingente cantidad de contenidos disponibles, estos servicios tienen cada vez mayor aceptación y se convierten en una especie de Guías de Programación jugando un rol de modernos Gatekeepers.
Los Repositorios furtivos, acumulan librerías de contenidos audiovisuales producidos profesionalmente sobre los que no tienen derechos y los ponen a disposición de los usuarios de forma gratuita.
El Pillaje de directos es también una práctica furtiva que consiste en captar la emisión directa de un acontecimiento por una televisión abierta o de pago y replicarla en la red para su acceso gratuito.
Los Indexadores de contenidos furtivos tienen una función similar a los indexadores legales pero abren las puertas a todos los contenidos disponibles en la red con derechos satisfechos o sin satisfacer. Es la práctica más pirata ya que monetizan sus audiencias y evaden sus responsabilidades escudándose en el hecho de que ellos no tienen librerías propias.
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