Enrique Bustamante Ramirez
Professore di Comunicazione Audiovisiva e pubblicità all’Università Complutense di Madrid, già membro del Consiglio per la Riforma dei mezzi di comunicazione di titolarità statale, 2004-2005
Balance audiovisual de los Gobiernos de Rodriguez Zapatero (2004-2011)
DEL PLURALISMO A LA DEGRADACION DEL ESPACIO PUBLICO
Abstract:
El incremento el pluralismo televisivo fue el lema de la llegada del Presidente Rodríguez Zapatero al Gobierno de España y se ha mantenido como gran consigna de las políticas públicas de sus dos legislaturas. En cuanto al servicio público, este objetivo encarnó en la creación del Consejo independiente para la Reforma y en la profunda revisión legal democrática de RTVE en 2006. Respecto al modelo privado, se propició la creación de nuevos agentes comerciales en analógico (la Cuatro y La Sexta), al precio de un duro enfrentamiento con los grandes grupos privados multimedia; Y se diseñó una transición digital a la DTT liderada por las emisiones en abierto y el reparto de un alto número de programas digitales de ámbito nacional (20 hasta el apagón analógico de Abril de 2010, 32 en la actualidad, más ocho en cada región autónoma).
La segunda legislatura del Partido Socialista en el poder ha representado sin embargo un giro radical en la regulación y la estructura del sistema audiovisual completo, con un claro retroceso en términos de fortaleza del servicio público y una desregulación profunda de la televisión comercial que abocan a una seria disminución del pluralismo estructural televisivo. No en vano, diversos autores han hablado de una auténtica “contrarreforma” audiovisual.
De un lado, se abordó , sin memoria económica de proyección futura, un nuevo modelo financiero del servicio público de RTVE, calcado del modelo francés de Sarkozy, y centrado en las tasas a los operadores de televisión privada y de telecomunicaciones. Por otra parte, se liberalizaron los límites de concentración privada, se reguló la prórroga automática de las licencias privadas por quince años y se realizó una lectura extremadamente neoliberal de la última directiva europea de servicios audiovisuales en materia publicitaria.
El resultado, justamente al filo del anuncio de elecciones anticipadas para el 20 de Noviembre, es una profunda degradación del pluralismo y la diversidad audiovisual, tanto en el ámbito público como en privado. En RTVE se asiste a una importante crisis institucional, tras la dimisión del Presidente y la incapacidad de los partidos mayoritarios para nombrar un sustituto por mayoría de dos tercios del Parlamento; además, las empresas privadas han retrasado la entrega de sus tasas, recurriéndolas judicialmente o disminuyendo sus aportaciones, y ocasionando así una grave situación financiera de RTVE.
En el ámbito privado, el modelo de proliferación de canales y programas se ha revelado ruinoso: en plena crisis, los 32 programas digitales nacionales y sus más de 250.000 horas de emisión se han demostrado insostenibles. En consecuencia, La Cuatro ha sido absorbida por Telecinco y La Sexta mantiene conversaciones de fusión con Antena 3, mientras otras cadenas minoritarias dejan de competir (Net TV) o suspenden sus emisiones (Veo TV). El panorama privado se dibuja así como un nuevo duopolio reforzado respecto al sistema privado vivido entre 1995 y 2005, con más de tres cuartas partes del mercado publicitario en manos de dos grupos, Telecinco (Mediaset) y Antena 3 TV (Planeta-Agostini), que disfrutarán de ocho programas digitales cada uno. El empobrecimiento de los contenidos generalistas, la emisión de falsos canales temáticos, la ausencia de servicios interactivos, el escaso desarrollo de la TDT de pago…son elementos parciales de esa degradación generalizada.
Mientras tanto, y en pleno clima pre-electoral, los dos partidos mayoritarios no se han puesto de acuerdo para nombrar el Consejo Audiovisual regulado legalmente. En consecuencia, la televisión privada viola cada día toda la normativa española y europea con total impunidad y el servicio público carece de un instrumento esencial para su control y garantía. Se dibuja así un sistema audiovisual cada vez más desequilibrado y librado al albur del mercado. El olvido de los principales fundamentos y experiencias de la socialdemocracia en materia audiovisual muestra así sus peores efectos. |